viernes, 20 de abril de 2012

Reencuentros
El pasado mes de marzo localizé a un grupo familiar de osos del que hacía tiempo no se sabía de ellos. Se trata de una osa con tres crías del 2ºaño a los cuales dediqué una entrada en el blog el 30 de mayo del 2011 cuando hacía poco que habían abandonado la osera.
Es muy gratificante reencontrar estos grupos familiares al año siguiente sin haber sufrido ninguna baja entre las crías y sobre todo si se trata de camadas tan numerosas como ésta. Los cuatro parecen estar en unas condiciones físicas excelentes manteniéndose las diferencias de proporción entre las crías, una de ellas sensiblemente más pequeña y apegada a la madre y entre las otras dos, una ligeramente mayor y con un comportamiento más "autónomo", permaneciendo a intervalos más distanciada del grupo y manteniendo unos indices mayores de actividad dedicada a alimentarse e investigar el entorno cuando la madre permanece en reposo junto con las otras crías. Eso y sus características morfológicas nos hace pensar en la posibilidad de que se trate de un macho, promesa para futuras generaciones de esta población Cantábrica.

Aunque, lo que siempre me viene a la cabeza en estas situaciones previas a la disgregación de estos grupos familiares es la baja tasa de reclutamiento juvenil de esta especie. Me cuestiono las innumerables visicitudes que deberán sortear una vez independizados de la protectora madre y si podrán llegar a estado adulto, esos dos o tres años en los que se sospecha una alta tasa de mortalidad entre los ejemplares subadultos, aunque desgraciadamente no se han llevado a cabo ningún estudio científico riguroso al respecto, ni creo que se haga en un futuro inmediato bajo esta maldita crísis en la que nos mantienen hipotecados y la cual utilizan de excusa para recortar el gasto en la "gestión del medio ambiente" igual que los derechos y amparos de nuestra especie y el de otras que no les reporten beneficios a los de siempre en esta maltratada biosfera.

Bueno sin salirme del tema ni calentarme en exceso y retornando al alto indice de mortalidad juvenil en el oso Cantábrico, decir que siempre que comento con los técnicos en esta especie ésto, llegamos a la misma pregunta. ¿dónde va a parar la numerosa prole que esforzadamente están produciendo estos últimos años las osas Cantábricas de la población occidental?. Se sabe que en las pequeñas poblaciones del sur de Europa como la cantábrica, la mortalidad de la especie parece estar relacionada con las actividades humanas en más del 90% del total. 

 El grupo familiar en un encame diurno.
 Arriba se puede apreciar levantada a la cría de mayor tamaño.
 La misma cría campando sola en las cercanias del encame.

 Abajo la madre con  las crías asomada al cortado.



Pero, como no me cansaré de decir, hay una homogénea idea vendida de que el Oso Cantábrico está remontando la precaria categoría de peligro de extinción sin querer ver la realidad de la situación de esta especie ni involucrarse en averiguar su estado demográfíco real como están realizando en otras  poblaciones como la escandinava, y no limitándose a evaluar el estado de la población basándose en el actual método de seguimiento de las osas con crías del año, el cual me consta se lleva a cabo de una manera mejorable y con medios cada vez más exiguos. Si nuestras administraciones quisieran mostrar un compromiso con la conservación de esta especie y querer saber por ende su situación real y a qué corresponden y de qué manera se consolidan los  incrementos reproductores de esta última decada intentarían averiguar mediante los oportunos trabajos científicos si no estamos viendo un pico en el tiempo de una oscilación significatíva temporalmente pero que puede retraerse rápidamente cual péndulo de Foucault bajo la influencia del efecto "Coriolis" de una gestión práctica del plan de recuperación de  esta especie basado en unas apreciaciones limitadas positivistas, caldo de cultivo de sugerencias de lo más descabelladas, auspiciadas por los colectivos que parecen mandar en la gestión de los recursos de todos.
Bueno no daré más la chapa y os dejo con unas imágenes de este grupo familiar que espero que tengan la mejor suerte. Y me despido no sin antes mencionar que estas tomas estan realizadas con un potente teleobjetivo y aplicado un recorte al fotograma original un dia de seguimiento en el que llegaron a descender a una cota inferior y a encontrarse a menor distancia de donde me hallaba observándolas con el telescopio, ya que, como otras veces he comentado, hay que intentar no interferir en la vida de las especies que queremos captar, máxime en el caso de encontrarse en peligro de extinción como ésta. Aunque las observaciones las suelo realizar en solitario o en compañia, a lo sumo, de otra persona cuando se trata de esta especie debe quedar claro que entiendo que  la intensidad, cantidad y lugar de las observaciones debe afectar a la especie y aclarar que la mayoria de las veces que realizo esperas oseras, que son muchas, sólo una baja proporción obtiene resultados positivos, me limito a observar a muy larga distancia y cuando se puede grabar en videoscoping. Por lo tanto no quiero incentivar las espectativas de ver osos y obtener fotografías de esta especie cuando ésto siempre lleva implicito un porcentaje de molestia para los mismos, ante lo cual siempre  me debato en duda entre subirlo al blog y compartir o no. Esta vez sí que quiero aportar esta reflexión a quién le parezca interesante y no conozca de cerca los intríngulis del mundo de los oseros.