El Oso Pardo Cantábrico

El Oso Pardo Cantábrico está catalogado en peligro crítico de extinción y son numerosos los riesgos a los que se enfrenta actualmente en toda su área de distribución,entre ellos la cada vez mayor antropización del medio ambiente que lo alberga con la evidente pérdida de hábitat que esto supone. Se está propagando a bombo y platillo un vertiginoso aumento de la población osera cantábrica, que si bien es cierto que ha tenido una notable recuperación desde los mínimos alcanzados en la década de los noventa del siglo pasado, sigue estando sometida a similares riesgos a los que se enfrentaba hace veinte años. Sin embargo desde las administraciones y algunas ong´s, que parecen  estar más entregadas últimamente al marketing de los propagados óptimos resultados reproductivos de los últimos años que a un compromiso con los principios que abanderan, y asimismo recogen los poco, mal y tarde aplicados planes de recuperación de la especie, (véase, recurrente apertura de pistas dentro de esas áreas, explotaciones ilegales de  minería a cielo abierto, pocos medios y rigor aplicados en la persecución de la colocación de lazos y venenos que, aunque vayan destinados prioritariamente para otras especies, siguen afectando al oso intensamente, descoordinada y poco clara aplicación de la gestión de las áreas críticas...etc.) Existe a mi parecer una evidente inhibición a la hora de aplicar medidas "políticamente incorrectas"  eficientes para evitar los atentados que se efectúan contra la conservacíon del Oso Cantábrico y el medio natural en el que sobrevive.

 No voy a negarlo soy un enamorado del oso quizás de una manera en cierto modo obsesiva o un poco extrema,  pero entendiendo que su conservación está ligada a la aceptación y compromiso de la mayoría de los sectores o colectivos vinculados a su gestión y la de su territorio, creo que se deben aplicar mayores medidas y más comprometidas y menos propagandisticas. El oso está haciendo un esfuerzo notorio para recuperarse bajo el  moderado amparo que le estamos dando, pero quizás no servirá de nada si no somos más conscientes y contundentes en cuanto a la totalidad de los elementos que siguen suponiendo unos obstáculos dificilmente sorteables para  el genuino "rey destronado"  de nuestra fauna.